Evitar derrapes: si el vehículo empieza a perder adherencia, patinar o “salirse de la trayectoria” al tomar una curva, el ESP detecta esto mediante sensores y corrige el comportamiento. Puede frenar algunas ruedas individualmente o reducir la potencia del motor para recuperar el control.
Estabilidad en condiciones adversas: lluvia, piso resbaladizo, curvas cerradas, maniobras evasivas… el sistema actúa evitando que el minibús se descontrole.
Interacción con otros sistemas: funciona junto con ABS (evita bloqueo de ruedas al frenar), EBD (distribuye correctamente la fuerza de frenado), control de tracción, posiblemente asistencias de arranque en pendiente, etc